Un hombre estaba parado a la orilla de la ruta a medianoche haciendo dedo, a la vez que estaba cayendo una tremenda tormenta.
Pasa un tiempo pero nadie se paraba para llevarlo. La tormenta era tan fuerte que apenas se alcanzaba a ver a unos 3 metros de distancia.
De repente, vio como un extrano coche con las luces apagadas se acercaba lentamente y al final se detuvo frente a el.
El hombre, sin dudarlo por lo precario de su situacion, se sube al coche y cierra la puerta. Mira hacia el asiento de al lado y se da cuenta con asombro de que nadie va conduciendo el coche.
El coche arranca suave y pausadamente. El hombre comienza a escuchar voces que susurran algo que no entiende, y oye jadeos y quejidos, pero no hay nadie dentro del coche.
Mira hacia adelante, a la carretera y con horror se percata de que delante hay una curva. Asustado, comienza a rezar e implorar por su salvacion al advertir su tragico destino.
Aun no ha terminado de salir de su espanto cuando, justo antes de llegar a la curva, aparece una mano tenebrosa por la ventana del chofer y mueve el
volante lentamente pero con firmeza.
Paralizado del terror y sin aliento, medio cierra los ojos y se aferra con todas sus fuerzas al asiento; inmovil e impotente ve como sucede lo mismo en cada curva del oscuro camino, y los quejidos y jadeos aumentaban en cada momento, lo que le provocaba tal espanto que cada vez se acurrucaba mas en el asiento.
De pronto escucha unas voces jadeantes que le dicen...:
- No te escondas, igual te vemos... ¿porque te escondes?
Totalmente helado por el panico, tras varios segundos sin atreverse a contestar, y ante la insistencia de las voces que le repetian lo mismo una y otra vez, responde...
- ¡Por favor no me hagan nada! ¡Por favor no!
A lo que se escucha una voz ronca, fuerte y clara que le dice...
- ¿Que no te hagamos nada Hijo de Puta?, si no salis del coche a empujar como los demas, te vamos a cagar a trompadas!!
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